Colonias enteras reportaron desabasto mientras miles de usuarios se conectan sin contrato al suministro hídrico
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
En Tuxtla Gutiérrez, más de 38 mil tomas clandestinas de agua representan un golpe directo a las finanzas municipales y al servicio que reciben miles de familias. El Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA) estimó que estas conexiones ilegales generan pérdidas superiores a los 43 millones de pesos al año, un monto que podría invertirse en mejorar la infraestructura hidráulica de la capital chiapaneca.
El problema no es menor. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el 14.1 por ciento de las viviendas carece de acceso diario al agua potable, mientras que en Chiapas la cifra alcanza el 28.3 por ciento, casi el doble del promedio nacional. En este escenario, el robo del recurso no solo afecta la recaudación del organismo, también agrava la desigualdad entre quienes pagan de manera puntual y quienes se benefician de manera irregular.
Las colonias donde se concentra este fenómeno evidencian una contradicción, el volumen de agua enviado debería cubrir la demanda, pero la proliferación de conexiones ilegales reduce la presión y genera escasez. La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2023 reveló que el 41.7 por ciento de los chiapanecos considera el suministro de agua como el servicio público con mayor insatisfacción, una percepción alimentada por estas irregularidades.
El impacto económico también es alarmante. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) reportó que, en la entidad, cerca del 36 por ciento del agua destinada al uso público se pierde por fugas, robo o malas conexiones. En Tuxtla, el SMAPA sumó a esto 14 mil usuarios con contratos inconclusos, lo que dificulta la planeación y crea un círculo vicioso, menos ingresos, menor inversión en redes y más quejas por desabasto.
Expertos señalaron que, sin un plan integral de regularización y sanciones efectivas, la situación podría volverse insostenible. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que, por cada peso no recuperado en tarifas de agua, los municipios pierden hasta 1.5 pesos adicionales en costos de mantenimiento. En el caso de Tuxtla, las pérdidas anuales por tomas clandestinas podrían financiar proyectos de ampliación de red para al menos 20 colonias, lo que reflejó el tamaño del desafío que enfrenta la capital chiapaneca.