Con una cifra roja en delitos no denunciados, en el estado se agudiza la situación, sin una respuesta efectiva
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
El secuestro en Chiapas ha alcanzado niveles alarmantes, colocándolo entre los seis estados con el peor balance en el país, según México Evalúa. La organización destacó que la entidad mantiene tasas por encima del promedio nacional y una preocupante tendencia al alza, una señal de que el crimen organizado ha encontrado en esta práctica un método recurrente de control y financiamiento.
Más allá de la cifra oficial de denuncias, que ya resulta preocupante, el alto índice de delitos no reportados en México hace que el panorama sea aún más grave. La opacidad y el miedo a represalias han convertido el secuestro en un fenómeno subregistrado, lo que dificulta dimensionar su verdadero impacto en el tejido social y económico del estado.
El reporte de México Evalúa reveló que el secuestro no solo se utiliza para exigir rescates, sino también como una táctica para neutralizar a rivales criminales sin que las estadísticas reflejen un aumento en homicidios. En estados como Chiapas y Quintana Roo, donde las disputas territoriales están en ascenso, esta estrategia se ha vuelto una herramienta clave para grupos delincuenciales en la lucha por el control.
A diferencia de otras entidades con conflictos abiertos entre organizaciones criminales, Chiapas presentó un escenario donde la hegemonía delictiva parece consolidarse. Esto coincide con la tendencia observada en otros estados como Chihuahua y Tamaulipas, donde los grupos criminales dominantes han establecido sus reglas sin una guerra interna visible, lo que explica el aumento en secuestros sin un repunte proporcional en otros delitos violentos.
El informe subraya la necesidad de que Gobierno estatal asuma un papel más activo en la rendición de cuentas y en la aplicación de estrategias efectivas de seguridad. Sin una respuesta contundente, el secuestro seguirá siendo una amenaza silenciosa que no solo somete a la población, sino que también debilita el desarrollo económico y social de Chiapas.