Francisco Gómez Maza
Todos contra Xóchitl
Xóchitl no sólo no levanta, sino que es saboteada
Markito, Alito y Chuchito, rémoras de la candidata. Y Xóchitl Gálvez no sólo no levanta,
sino que se desinfla, pierde una altura que solo ella creyó que tenía. Y ellos, los
beneficiarios del financiamiento que otorga el INE, con dinero del erario en lugar de
apoyarla, de luchar porque se acerque y rebase a Claudia Sheinbaum, declarada ya por las
fuerzas populares presidenta de la República, cuando faltan exactamente dos meses para
que se realicen las elecciones presidenciales del 2 de junio. Feliz, en caballo de hacienda
se dirige hacia el triunfo, inobjetable triunfo desde ya, la exjefa de Gobierno de la Ciudad
de México y los tres alegres compadres han renunciado ya, de plano, a seguir apoyando a
la señora X en su intento por llegar a la Presidencia a pesar de que, para ser candidata,
contó con la bendición del presidente López Obrador, quien fue el que la destapó como
candidata de las debiluchas fuerzas al servicio de la oligarquía, representada por el señor X
quien por cierto recibió un gancho al hígado de parte de Sheinbaum, quien lamentó el
fracaso político del junior en sus intentos por sacar a Morena de Palacio Nacional.
Xóchitl no ve la suya a pesar de que hace esfuerzos para no perder la conciencia y llegar a
Palacio Nacional para pegar su chicle debajo de la Silla (si ganase, imagine como quedaría
la silla presidencial después de un sexenio de enchicladas). Los tres alegres compadres no
tienen el menor interés en la vendedora de jaletinas o gelatinas. Que se las arregle con sus
uñas. Ellos ya tienen su triunfo asegurado. Hasta el Chucho menor. Tienen ya asegurado
que su nombre de pila aparecerá en las boletas electorales para ocupar un lugar en el
Senado de la República tan solo para cobrar la dieta y otros non sanctos deberes que les
dará la pagaduría senatorial. Todo lo demás les tiene sin cuidado. Renunciaron ya a
impulsar a su candidata hacia la Presidencia de la República. Así es este negocio de la
politiquería, que no de la política, Y parece que ya es demasiado tarde en los tiempos de la
oposición para que Xóchitl pueda dar una vuelta de timón, un golpe en la mesa
encabezada por el señor X. Es ya muy tarde. Quien decidió votar por ella no cambiará su
decisión, salvo que se dé cuenta de que la candidatura opositora es una farsa. Quien
mantiene su decisión de votar por la doctora Claudia Sheinbaum Pardo menos va a
cambiar su decisión a favor de Xóchitl, a pesar de los incendios provocados por la
oposición, a pesar de la guerra sucia en contra de Morena y del presidente López Obrador
y a pesar de que, a partir del 2 de junio, los estrategas de los perdedores cambien y
dirijan, entonces, sus baterías a buscar hacerle imposible la vida a la presidenta Claudia,
además de que cobrarán al erario. Y es que la oposición conservadora, al final del día, no
sabe reconocer los triunfos de los partidos democráticos, como ocurre en las sociedades
realmente democráticas en las que la persona ganadora, sea del partido que sea, una vez
declarada triunfadora, es reconocida como tal por todos. Sean de derecha o de izquierda.
En fin, que las sombras de la noche se ciernen sobre Xóchitl y sobre quienes la hicieron su
candidata y ahora la desprecian, porque no tiene madera ni de dirigente, menos de líder, y
mucho menos para dirigir un país y una economía al servicio de las clases dominantes y
explotadoras de la mano de obra de los 59 millones de mexicanos que tienen un puesto
de trabajo de una población económicamente activa de 60 millones, de acuerdo con la
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.